jueves, 12 de mayo de 2016

5 Consejos para poner límites sin gritar

Ser padres es un trabajo más y muchas veces se trasforma en una tarea sumamente difícil. Cuando llega el momento de poner límites podemos perder los estribos y comenzar a gritar aunque no queramos hacerlo, somos humanos y como tales a veces nos equivocamos. Llamarle la atención a sus hijos es necesario en muchas ocasiones, sin embargo gritarles desmesuradamente puede traer consecuencias nefastas para ellos, tales como:
• Sentirse no merecedores de buenos tratos
• Sentirse poco dignos o no queridos por sus adultos significativos.
• Dañar su autoestima
• Que ellos comiencen a utilizar los gritos para relacionarse con otras personas (por la imitación)
• Entre otras.
Para que un niño obedezca, no hace falta gritarle o humillarlo. Por lo anterior, les dejamos algunos consejos que les pueden ayudar a no gritarles cada vez que se enfaden con ellos.
1. Hacer una lista de las conductas que para nosotros son inaceptables, y junto con esta, escribir diversas alternativas para intervenir sin gritar. Por ejemplo, suspender actividades que al niño le guste hacer, ofrecerles un premio en caso de buen comportamiento, pedirles que se vallan a su pieza, entre otras.
2. Para mostrar que estás enojado, no es necesario gritar. Es importante que generes espacios donde puedas conversar con tus hijos, manifestándole que estas enfadado/a y sus causas. Procurar que los niños realmente entiendan que lo que están haciendo no es correcto, pero mediante diálogos sanos.
3. Pide perdón. Los niños necesitan saber que sus padres también cometen errores a veces. Si les has gritado o les has dicho algo de lo cual te arrepientes, házselo notar. Esto te hará sentir mejor
4. Busca instantes en los que tú puedas relajarte, muchas veces tenemos problemas que no tienen nada que ver con los niños que nos llevan a estar irritables, y por lo tanto a gritar con más facilidad. Reconoce que tú también tienes necesidades y preocúpate de estas.
5. Cada vez que sientas que vas a perder los estribos intenta respirar y contar hasta 5. Una vez que te sientas más calmado, refiérele a tu hijo lo que te molesta.
Levantar la voz un poco para mostrarle a nuestros niños que lo que le tratamos de expresar puede servir en algunos momentos, sin embargo hay evitar gritar mostrando rabia excesiva.

Fuente: 
Mi Tesoro Psicología Clinica

lunes, 25 de abril de 2016

“Todos los niños tienen un talento; solo hay que saber abrir la puerta para que lo saquen”

César Bona, uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el llamado Premio Nobel de los profesores, asegura que sus alumnos le enseñan más a él y que todos los niños son extraordinarios si además de conocimiento se les educa en valores como la empatía, sensibilidad y resiliencia.
El profesor César Bona. Foto: Juan Manzanara

“La educación debe estar por encima de todos los gobiernos y de las ideologías”. Esa es una de las máximas de César Bona, uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el llamado Premio Nobel de los profesores. Bona cree que cada niño es un universo y que todos son extraordinarios, con un talento especial. Tan solo es cuestión de descubrirlo y sacarlo. Esa es la principal misión de un maestro, según Bona, quien ha desgranado en una conferencia en Vitoria las claves de su libro La nueva educación. Los retos y desafíos de un maestro de hoy.
Para Bona, ser maestro no implica encajonar a los alumnos dentro de un plan de estudios y obligar a seguir los contenidos que puede establecer el currículo educativo de una manera inflexible. “Los educadores deben adaptarse a los niños y no al revés. Hay que motivarles y estimular su creatividad para que hagan que este mundo sea mejor. Los niños no son solo los adultos del mañana: son habitantes del presente. Subestimamos constantemente a los niños y su creatividad, pero todos tienen un talento; solo hay que saber abrir la puerta para que lo saquen. Y ahí es donde intervenimos los maestros, viendo lo que los demás son incapaces de ver”.
La característica que debe definir a un maestro (entendido como el educador que enseña a niños desde Primaria hasta la universidad) es, sobre todo, actitud. “El maestro tiene que ser cada día un ejemplo para sus alumnos, debe ofrecer su mejor versión para así obtener lo mejor de los niños. Los profesores tienen que ser los primeros en dar el máximo y no poner como excusa de sus posibles limitaciones al sistema. Los docentes somos los primeros en ponernos límites”.
Valentía, mente abierta, humildad, curiosidad y amar el medio ambiente son otros de los rasgos que deben adornar a los docentes. “El maestro es alguien que debe inspirar para la vida. Yo no hago nada extraordinario en el aula, solo me divierto y aplico el sentido común. Debemos educar en proyectos y experimentar, sin miedo a lo que digan los inspectores”
Para Bona, el gran reto de la educación es hacer a los niños “mejores individual y colectivamente”, pero no más competitivos. “Cuando llegas a un colegio conflictivo como maestro tienes dos opciones: o deprimirte o tomar los problemas como retos. Eso es lo que me paso en mi primera experiencia, en un colegio ubicado en un barrio conflictivo de Zaragoza. Todo cambió cuando les propuse a los alumnos que me enseñaran lo que les gustaba lo que sabían hacer. Se convirtieron en maestros del maestro”.

La carga de los deberes

Bona cree que si un maestro cree que algo es bueno para sus alumnos debe hacerlo, “aunque alguien diga lo contrario. Los obstáculos y la incomprensión que se va a encontrar para poner en marcha nuevos proyectos pueden ser muy grandes, pero es fundamental perseverar”.
El tema de cuánto tiempo deben dedicar los niños a los deberes es uno de los debates recurrentes en educación. “Si se carga a los niños con deberes, ¿con qué motivación van al día siguiente a la escuela?”, se pregunta Bona, quien subraya la idea de que “los niños no tienen opción de dejar los estudios. Por eso tenemos que lograr que les guste ir a la escuela. Si después de un día largo en el colegio, salen y se encuentran con más deberes los estímulos decaen. Debe haber tiempo para todo”. Por ejemplo, para la lectura, pero no impuesta. “La lectura es un placer, pero se ha convertido en una obligación para los niños. Cuando a mí me obligaban a leer un libro y después hablar de él perdía su atractivo”.
Sobre la idea de si hay que pagar a los profesores en función del éxito o el fracaso escolar de los centros, Bona es contundente. “Yo cobraría lo mismo porque lo importante es el factor humano por encima de los números. Da igual la educación que recibas, las buenas notas que saques si no sabes respetar al que tienes a tu lado”.
Sobre los castigos, también tiene claro lo que hay que hacer. “En mis primeros años he castigado a muchos niños como maestro y no ha funcionado; solo ha servido para proyectar mi frustración. Hay que hablar con ellos, empatizar y convencerles de que pueden ser un ejemplo para los demás”.
Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/talento-saber-abrir-puerta-saquen_0_449355473.html
Foto: Juan Manzanara

“Hay que acostar a los niños leyendo un libro y no mirando televisión”

0

Si bien la lectura relajada ayuda a desarrollar la percepción de la persona para comprender el mundo que la rodea, la lectura analítica aumenta el flujo de sangre hacia el cerebro en general, pero específicamente hacia la corteza prefrontal. Esta región se ocupa de una serie de procesos cognitivos que trabajan para ayudar a la administración de la atención y la realización de actividades complejas. Estos resultados preliminares darán como resultado una investigación más profunda sobre cómo la lectura puede moldear y cambiar la cognición de la gente. Leer con nuestros hijos obras que les dejen un mensaje de unidad entre la gente, de responsabilidad mutua y de empatía hacia sus semejantes es indispensable.

El artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, establece que los estados que la suscriben“reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”. En ese sentido, para el pedagogo y dibujante italiano Francesco Tonucci, “es jugando como el niño se desarrolla, y por eso le es reconocido como un derecho”.
Y para jugar, no es necesario gastar un dineral en los juguetes más avanzados a nivel tecnológico. No. “Los buenos juguetes cuestan muy poco”, explica Tonucci durante la presentación de la conferencia “Más juego, más movimiento: más infancia” que brindó ayer en el salón Maestro Alfredo Bravo del Palacio Sarmiento, invitado especialmente por la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM), en una iniciativa compartida entre el Ministerio de Educación de la Nación y la Fundación Arcor.

“El barro es el príncipe de los juguetes -continuó Tonucci-. El barro no es nada y puede ser todo. Y a lo largo de la historia de la humanidad, ha sido un material que ha servido para hacer infinidades de cosas. Es un material riquísimo. Y en manos de los niños…” Tonucci no termina la frase y dibuja con su mano abierta un rulo en el aire. La metáfora tiene una explicación: “Un buen juguete es lo que se presta a muchos usos, con distintas condiciones sociales”, agrega el pedagogo, que luego enumera y clasifica como buenos juguetes a la pelota y a la muñeca, chiches que todo niño y toda niña han tenido alguna vez y que sirven para muchas cosas.

Pero Tonucci deja para el final la referencia a otro “buen juguete”: el libro. “A mí me gusta mucho pensar que algún día un padre le dará dinero a su hijo, lo llevará a una librería y le dirá: ‘Elige un libro’.” Ese libro, seguramente, se irá a una casa, de la mano de ese niño, esperando ser leído. Y para Tonucci ahí nace la relación que generará un nuevo lector: “Creo que lo más importante es ofrecer a los niños la experiencia de la escucha. No se puede aprender a leer bien y con gusto sin haber vivido, sin haber tenido una experiencia de gozar con la escucha de un adulto que lea al niño. Pero como no todas las familias pueden acceder a ese derecho, es obligación de la escuela hacerlo para todos los niños, de manera que todos tengan una experiencia básica fundamental para pasar a la parte técnica del aprendizaje de la lectura”. Para “Frato”, como lo apodan al pensador y dibujante italiano, “un niño debería empezar a leer porque desea leer; porque vivió la experiencia fascinante de la escucha de la lectura de libros que un adulto le regaló a lo largo de días y días”, y considera que esto debería ser costumbre en las escuelas, con una franja horaria establecida para tal fin. “Esta es la única garantía de que en esos niños pueda surgir el deseo de aprender a leer. Una vez hecho esto, lo más importante ya estará conseguido, y después el aprendizaje instrumental de la lectura es una cosa que los niños hoy en día aprenden solos”, agregó.

Además del pedagogo y dibujante  invitado, participaron de la conferencia la socióloga Cristina Diéguez, y especialistas de la Dirección de Educación Inicial del Ministerio de Educación de la Nación. La propuesta ha sido declarada de interés educativo por el Ministerio, y tuvo como eje central el derecho a jugar, buscando interpelar a los adultos sobre las genuinas oportunidades que tienen los niños y las niñas en relación con el juego y el movimiento.

Finalmente, para arrojarse a la práctica de la lectura con un niño, Tonucci recomienda “leer sin temor, sin pensar que se está perdiendo el tiempo o que se podría hacer algo de mayor importancia”. Y antes de ir a la cama “acompañar a los niños a dormir leyendo un libro y no mirando la televisión, lo que constituye las bases de la lectura”. Esto, siempre, con la idea de jugar con el chico, porque en términos de jugar, para Tonucci “nunca se deja de ser un niño”. «

Ejercicios para fomentar la motricidad ocular y mejorar la lectura

motricidad ocular
Durante la lectura, los ojos se mueven de izquierda a derecha mediante saltos. Cuando los ojos llegan al final de una línea realizan un movimiento amplio hacia la izquierda, de aproximadamente unos 10 grados, hasta alcanzar el principio de la siguiente línea. A este movimiento le siguen otros más pequeños y correctores que reajustan la posición del ojo al comienzo de la siguiente línea. Cuando estos movimientos no son precisos el sujeto omite, confunde y supone palabras.
Una forma de prevenir una correcta integración del proceso lector es por medio de actividades lúdicas enfocadas a la estimulación de la motricidad ocular. Con ellas, se entrena a los ojos para una adecuada conexión con el resto de sistemas encargados de la lectura.

Proponemos algunas actividades:


1. El reloj: elaboramos un reloj con los números en círculo y lo colocamos en la pared, a medio metro del niño. Le pediremos que se sitúe con los pies juntos y la cabeza recta. Él irá mirando los números del reloj que le vayamos indicando, realizando fijaciones de 5 segundos en cada uno.
2. El laberinto: en esta actividad el niño deberá seguir un laberinto con el dedo, cuando lo consiga con destreza, le pediremos que realice el seguimiento sólo con los ojos.

3. La linterna: consiste en seguir con la mirada los movimientos de una linterna. Para ello, situaremos al niño a unos 40 centímetros de ella y realizaremos movimientos suaves horizontales, verticales y oblicuos.
motricidad ocular
4. El folio: realizamos perforaciones en un folio o cartón de diferentes tamaños, el niño tendrá que pasar por ellos un puntero, con una frecuencia rítmica.
5. Movimientos en vertical: el niño sentado dirigirá la mirada primero hacia el techo, parpadeará y contará uno. Luego le diremos que dirija la mirada hacia el suelo, parpadeará y volverá a contar uno. Debe mantener la mirada tres segundos en cada posición.
6. Movimientos en oblicuo: en la misma posición, dirigirá la mirada primero hacia arriba a la derecha y bajará lentamente hacia abajo a la izquierda. Parpadeará y contará uno. Posteriormente, la mirada irá hacia arriba a la izquierda y bajará hacia abajo a la derecha, parpadeará y contará uno de nuevo. Debe mantener la mirada tres segundos en cada posición.
7. El lapicero: daremos un lápiz al niño y le pediremos que fije la mirada en la punta. Mientras lo mira, tendrá que moverlo dibujando círculos a la derecha y a la izquierda, sin mover la cabeza.
8. Zig-Zag: dibujaremos en una cartulina unas líneas grandes en zig-zag y pediremos al niño que siga el trazo con los ojos. Este mismo ejercicio podemos hacerlo realizando diferentes líneas en el suelo, o en la pared.
motricidad ocular
Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/ejercicios-fomentar-la-motricidad-ocular-mejorar-lectura/34759.html

Demostrar afecto soluciona conflictos

Demostrar afecto soluciona conflictos

Demostrar afecto soluciona conflictos
Demostrar afecto a nuestros seres queridos especialmente a nuestros hijos es algo fundamental y básico para que en el día a día la vida fluya con normalidad y los conflictos cuando surjan sean resueltos de manera respetuosa, rápida y sencilla.
Cuando uno no se siente querido, no se siente importante y pierde el sentido de pertenencia en la familia, se desconecta. Si  un niño se ha desconectado y tenemos algún problema o conflicto es más complicado conseguir que haya colaboración por su parte y que podamos llegar a un entendimiento. Piensa cómo te sentirías si tuvieras la sensación de que tu hijo, tu pareja o tus padres no te quieren, ¿te apetecería hablar y estarías dispuesto a escuchar y colaborar?.
Creemos que demostramos todo lo que sentimos por nuestros hijos, pero a veces nos olvidamos de cosas simples aunque muy importantes como dar abrazos, decir te quiero o algo que a veces nos cuesta tanto, estar a su lado cuando más nos necesitan, por ejemplo cuando se han “portado mal”.
Está clarísimo que queremos y adoramos a nuestros hijos pero tenemos que hacérselo saber. Cuando son pequeños y  tienen falta de muestras de afecto y amor lo demuestran generalmente portándose mal pero cuando crecen la cosa va más allá y según van siendo más autónomos e independientes van alejándose si no tienen unos buenos lazos de amor a los que aferrarse. Cuando no los tienen, poco a poco consiguen construir un muro enorme que cuesta mucho derribar. Todo lo que les demostremos de pequeños servirá de base para su vida adolescente. Esa etapa en la que cuanto menor sea la distancia que nos separe y mayor sea la conexión con ellos, mucho más fácil será poder acompañarles en su camino mientras dejan de ser niños para convertirse en adultos. Todo lo que sembremos en su infancia serán los lazos de unión que permitirán que les acompañemos en ese momento de sus vidas que aunque crean que no, tanto nos necesitan.
Respóndete con sinceridad ¿cómo demuestras a tus hijos que los quieres?, ¿cuándo lo haces, en qué momentos?, ¿qué muestras recibes de ellos para  saber que les llega tu afecto y tu amor?.
Hay veces que nuestros hijos cuando están enfadados nos dicen eso de “ya no te quiero” o “te odio“. Seguro que alguna vez os ha pasado y os toca el corazoncito porque casi llegamos a creerlo. Por eso tenemos que ser muy constantes y reforzar nuestros sentimientos hacia ellos para que lo sientan de verdad. Que nunca pierdan la confianza en nosotros. Es más fácil mantenerla la confianza que recuperarla cuando se ha perdido.
Cuando les llamamos la atención por algo que no está bien, a ellos lo que les puede llegar según sea nuestro tono o nuestra forma de decirlo y actuar, es que no les queremos, especialmente cuando son pequeños. Les llega un mensaje equivocado. Es importante que hagamos el esfuerzo en este sentido de mostrar nuestro respeto cuando tengamos que decirles algo sin juzgarles y demostrando que es amor lo que sentimos por ellos  y no enfado. Ojo, esto no significa que tengamos que ocultar nuestros propios sentimientos, sólo significa que aunque les hagamos ver que nos hemos enfadados lo hagamos desde el amor y el respeto, no desde la ira.
El motivo puede ser cualquiera, vamos a suponer que se ha cruzado una carretera corriendo. Horror, ¿verdad?. Es importante que dejemos nuestro miedo y a la vez enfado a un lado porque no nos ha escuchado cuando ha decidido cruzar y hablemos con él desde el amor. Da igual la edad que tenga, da igual si son 2 años o 10. Da igual, si les hablamos desde el corazón, desde el amor, lo entenderán. Los reproches, sólo les llegan de forma negativa y se sienten no queridos. Evitando los reproches podemos enviar el mismo mensaje pero con respeto.
Así que en vez, de un “¡no te he dicho mil veces que no puedes cruzar sólo, nunca me haces caso, estás tonto, que te puede atropellar un coche!”,  mucho mejor decir “menos mal que estás bien, ha sido muy peligroso lo que has hecho, cuando nos calmemos hablaremos de esto tranquilos porque no puedes cruzar solo.”.
Posponer el momento hasta que nos hayamos calmado nos servirá para dejar el reproche a un lado y poder hablar con respeto hasta encontrar una solución.

afecto

Cada persona y cada niño tiene unas necesidades distintas, hay quien necesita constantemente el contacto de besos o abrazos y hay quien necesita más palabras o hechos. Pero todos tenemos necesidades de alguna forma y según demos así recibiremos. Seguro que puedes averiguar como hacerle llegar a tu hijo todo el amor que sientes por él.
El hecho de dar un abrazo, decir te quiero o cualquier otra muestra de afecto recarga las pilas. ¿O no os recarga las pilas cuando vuestros hijos de repente vienen a vosotros para abrazaros o decir “te quiero mamá” o “te quiero papá”?. Si esto ocurre a menudo, cuando sean adultos y miren atrás en el tiempo recordando su infancia tendrán un grato recuerdo, lo que les será de gran ayuda en su vida adulta.
Un niño que recibe constantes muestras de afecto es un niño más seguro de sí mismo. Esta seguridad les sirve de estimulación para querer aprender. Los niños aprenden constantemente mientras crecen y cuanto mayor sea esa estimulación más rápido aprenderán.
Demostrar afecto es sencillo. Cada pequeña muestra de cariño que tengamos con ellos les ayudará.
¿Cuántas veces decimos que mal se porta, no para, no me hace caso, que trasto es?…… Muchas. ¿Y cuántas veces agradecemos los buenos momentos  que pasamos con ellos?. El agradecimiento, una gran y potente herramienta.
Mucho más fácil pensar en todas las cosas bonitas que tenemos con ellos, en todos esos momentos que nos regalan, esas sonrisas, esa compañía, ese amor que incondicionalmente dan y sin esperar nada de nosotros. Ellos no esperan nada de nosotros, somos nosotros los que siempre estamos esperando que ellos nos den, sin quizás darnos cuenta de lo que necesitan.
Piensa realmente y con sinceridad ¿cuánto amor transmites a tu hijo?, ¿cuánto amor crees que le llega?. Haz un alto en el camino y párate a pensarlo.
Fuente: http://criarenpositivo.es/afecto/

Estrategias de lectura

Estrategias de lectura

Revisa estas magníficas imágenes sobre ESTRATEGIAS DE LECTURA... 

buenísimas para imprimirlas en grande y que los niños las reconozcan... 

primaria y secundaria (y docentes).











lunes, 18 de abril de 2016

La importancia del deporte para la salud infantil

Deportes más beneficiosos y deportes desaconsejados para los niños.

Los estilos de vida saludables son los principales determinantes del estado de salud de los niños. Además de llevar una adecuada alimentación y de ocuparnos de salvaguardar el medio ambiente, si hacemos deporte con regularidad e inculcamos en nuestro hijos la práctica del deporte, estaremos garantizando su adecuado estado de salud.
Hacer deporte tiene muchas ventajas,también para los niños. Pero también es cierto que hay deportes más recomendables que otros, sobre todo durante la edad de crecimiento. 

Las Ventajas del deporte para los niños

Niños juegan al fútbol
El deporte tiene innumerables beneficios y ventajas clínicas para los niños y para su futuro. Hacer deporte durante la infancia puede prevenir dolencias futuras. Aquí tienes algunas de las ventajas de hacer deporte desde la niñez:
- En primer lugar, los patrones de actividad física establecidos durante la infancia continúan en la edad adulta.


- En segundo lugar, la actividad física se asocia con menores tasas de hipertensión arterial.
- En tercer lugar, se reduce la grasa corporal total y las tasas de obesidad y sobrepeso
Deporte para niños con alguna necesidad especial

El deporte también tiene muchos beneficios para los niños con algún tipo de discapacidad o trastorno. Hay que intentar que los niños con alguna discapacidad o enfermedades crónicas hagan un deporte adaptado, que les permita verse como 'uno más', no como 'uno distinto'. Su pediatra le indicará cuál es el deporte más adecuado para él. Por ejemplo, los niños con hemofilia deben evitar los deportes de contacto, pero se les puede aconsejar la natación. Los niños con diabetes modificarán ligeramente la cantidad de insulina administrada, y llevarán siempre algún hidrato de carbono de absorción rápida por si tienen una bajada de glucosa. 

Deporte más o menos beneficioso para los niños

El deporte ideal para los niños debe cumplir una serie de requisitos:

- Lo importante es individualizarlo, personalizarlo. Que esté adaptado a sus necesidades.
- Ha de ser lo suficientemente atractivo como para estimular al niño a que lo practique con ansiedad.
- Hay que tener en cuenta que no todos los niños son "atletas de medalla": lo importante es que se lo pasen bien, no que compita para ser el mejor
- Y no hay que olvidar que el deporte infantil es una buena excusa para practicar deporte en familia.

Sin embargo, si hay deportes físicos que se deben evitar durante la infancia.
Por ejemplo, todos los deportes que implican levantar pesas, ya que puede dañar la placa de crecimiento.